Preparación de la novia antes de la boda
El mejor truco es tener todos los preparativos de la boda totalmente cerrados con varios días de antelación. Los nervios y sorpresas de última hora se producirán de todas formas, pero cuantos menos mejor.
Preparación de la novia
La limpieza de cutis debe realizarse entre los últimos quince días y la semana antes del enlace. Después es necesario limpiar a fondo cada día, por la mañana y por la noche la piel con limpiadora y tónico. Dos días antes de la boda: aplicación de exfoliante y el día antes una mascarilla de limpieza profunda. El mismo día, una mascarilla relajante. Todos esos productos conviene que se prueben varias veces en los meses anteriores para evitar alergias.
La depilación: dependiendo del método conviene realizarla con el tiempo suficiente para evitar enrojecimientos, ya que siempre cabe algún que otro retoque posterior en los días previos. Se puede optar alternativamente por la decoloración en alguna zona como en los brazos, a pesar de que siempre sea mejor la eliminación total.
La manicura: es importante cuidar las manos porque serán centro de fotografías y de miradas. Las uñas deben estar cuidadas al máximo con largo medio, de forma tirando a cuadrada. Nunca rojas ni colores fuertes, mejor en tonos porcelana, rosa claro o beige. Las manos suaves mediante cremas no grasas aplicadas regularmente y protegidas por guantes ante trabajos manuales en los últimos días. En general en toda la piel del cuerpo debe conseguirse una gran suavidad con una crema exfoliante.
El peso: esos días estarán llenos de nervios y lo natural es adelgazar. Por ello conviene comer bien para que no se note en la cara ni en el vestido. Y no olvidemos la salud: los cambios repentinos de peso no son saludables, ni siquiera están justificados para entrar en el vestido de novia.
El moreno: Es indudable que el vestido blanco resalta más sobre un bonito bronceado, no demasiado exagerado. Mejor dorado que marrón. Lo preferible es el moreno natural, con precaución de que sea progresivo y limitado para evitar que la piel se «pele». Si es imposible tomar el sol, siempre están los rayos UVA o las cremas bronceadoras.
El relax: los días antes deben ser un cúmulo de relajación, aunque nunca de obsesión. Si la novia trabaja no debe dejar de hacerlo por mucho que se acerque la boda, pero siempre ha de tomarse los problemas con menos importancia de lo habitual y dejar las decisiones importantes, si dan margen, para el regreso posterior. En cualquier caso, el día de la boda hay que desayunar, y almorzar en caso de bodas vespertinas, bien pero con comida suave: fruta, verduras, cereales sin fritos, dulces, embutidos alcohol o café.
En suma, la novia debe estar radiante en ese día tan especial, uno de los más importantes de la vida. Todas las miradas, críticas, opiniones y recuerdos se centrarán en la imagen que la novia dé ese día. Además, esa misma imagen perdurará en el recuerdo de la novia toda la vida. Las fotos no engañan.